Carpaccio de ternera

 Preparar un carpaccio de ternera es algo muy sencillo. Solo necesitas tener una pieza de carne de ternera congelada y un cortafiambre.
Lo ideal es tener siempre un trozo de ternera, de la pieza que más nos guste -debe ser jugosa y tierna, yo suelo utilizar lomo o solomillo-, en el congelador. Así, puedes preparar un plato de carpaccio en cualquier momento, ya que el resto de ingredientes son los habituales en la cocina.

Ingredientes:

  • Un trozo de carne de ternera congelado
  • Aceite de oliva virgen
  • Sal y pimienta negra molida
  • Limón
  • Láminas muy finas de queso curado o de foie (opcional)
  • Hojas de rúcuka (opcional)


Sacar del congelador el trozo de carne unos minutos antes de preparar el plato.
Untar ligeramente el plato o fuente que vayamos a utilizar con aceite de oliva virgen (para que luego el carpaccio no se pegue al plato).
Cortar la carne en láminas muy finas con un cortafiambres (debe estar aún congelada) e ir colocándolas en el plato o fuente. Salpimentar, añadir unas gotas de limón y aceite de oliva de forma generosa. Otra opción es mezclar el aceite con el limón previamente y aliñar con la mezcla.
Añadir láminas de queso o foie según nos guste o tengamos en casa y adornar con unas hojas de rúcula.
Servir con unas tostadas de pan.
(No olvides volver a meter el trozo de ternera que haya sobrado en el congelador para la próxima vez)


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